Por Genaro García Rojas:
Con un primer tiempo aburrido, con pocas llegadas al marco, jamás se esperaría que el partido explotará en el segundo tiempo al grado de haber 7 minutos de compensación, reclamos entre jugador y entrenador y cuatro goles.
El primer tiempo se desarrolló soso, sin emociones, ni buen fútbol, lo que en el papel se vería normal, con un equipo como el Atlético de irregular y otro como el Ballenas que pelea el no descenso. Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron una oda a esta situación que aqueja a ambas escuadras.
Pero siempre hay segundas oportunidades, segundos tiempos y segundos valiosos, como los del gol, y el cuadro de Miguel de Jesús Fuentes convirtió 3, el primero de ellos de Omar Marrufo, que entró de cambio, recibió un balón filtrado, encaró al guardameta y por entre las piernas puso el 1 a 0.
Acostumbrado a intentarlo, Edison Preciado consiguió un gol, que ya no es raro verlo en él. Tras verse sólo dentro del área chica, con distancia y tiempo, el futbolista se tiró una chilena espectacular, que para hacerlo de emoción, pegó en el poste y se metió, para el 2 a 0.
Parecería que sin drama no hay San Luis, y es que con un tanto de Omar Flores para las Ballenas, tamando un rebote del travesaño sólo sin nadie que le tapara, el drama, digno de novela Óscar Wilde, apareció en el Alfonso Lastras, mientras que para los de Galeana era un segundo aire para intentar resurgir en el juego. 2-1
Un partido que parecía controlado con un dos a cero, se volcó distinto, poniendo la situación muy caliente, con lesionados, un arbitraje muy quisquilloso, tarjetas de amonestación al por mayor y reclamos dignos de un partido donde se jugaba mucho, para los locales levantar en el Clausura, mientras que para los visitantes la salvación.
Fuentes reprendió a Jaime Toledo y éste le contestó haciéndose de palabras, mientras se realizaba un cambio. Al final del partido el técnico explicaba que es fútbol y se dieron la mano, entendiendo la situación ambas partes.
Por sí fuera poco, al drama le vino a poner su toque el árbitro, quien compensó 7 minutos, pues creyó justo este incremento de tiempo, pues a su parecer se perdió tal cantidad de segundos. En ese tiempo Ballenas se lanzó al frente en busca del empate, pero lejos de conseguirlo, en un contra golpe realizado por Pablo Lavandeira, continuado por Guillermo Clemens y concretado por Juan Castro, se llevarían el 3 a 1 definitivo.
Al final del encuentro, la calentura quedó de lado, la emoción potosina se hizo presente en cancha y tribuna, mientras que la visita se marchaba cabizbaja, a sabiendas de que su situación no es la mejor rumbo a la salvación. Por su parte el Atlético sumó que era importante hacerlo en su esfuerzo por estar en liguilla.