El trincherazo, sello del "Pana". A "Rey Mago" de Javier Garfias le borda dos tandas inolvidables, que aún conservo en la retina. |
Criticado por algunos,
admirado por otros, hasta odiado, pero nunca desapercibido. Rodolfo Rodríguez
"el Pana" ha sido matador con una historia que raya en lo fantástico.
Por Renné Moreno:
Como novillero causó sensación
por sus formas de interpretar el toreo (conectaba de inmediato al tendido), lo
taparon y Rodolfo no se "tapó" la boca, el resultado, lo vetaron,
hasta para doctorarlo. Durante años anduvo corriendo la legua, se juntó
a "Buñis" que lo apoyaron y toreaba donde podía y tragaba lo que
otros no querían ni ver. Pero, extrañamente, tenía y tiene una legión de
seguidores incondicionales que muchos matadores nunca conseguirán.
Su aspecto agitanado, su coleta natural, su puro en la boca, su modo de
caminar al hacer el paseíllo, su forma de usar (sin liarse) el capote de paseo.
Llegar en calandria a la plaza, su modo de hablar en caló taurino, su edad
actual, y algunas otras particularidades lo hacen un matador único en la
fiesta.
Particularidades del torero agitanando, como comer bolillo durante las corridas. |
Claro, su forma reminiscente de torear, y que fue torero completo (tres
tercios) el sentimiento del mismo lo catapultaron hacía las alturas. Desde
luego histrionismo adjunto, pero que el toro siempre ha ignorado. De las cosas más
inéditas en la historia mundial del toreo, fue su relación al "parné",
a contratos ventajosos, alternantes, plazas y ganado de categoría. Justamente
se da el día que se despide: 7 de enero de 2007 en la plaza México, al serio
toro "Rey Mago" de Javier Garfias le borda dos tandas inolvidables,
que aún conservo en la retina, las que hacen que las lágrimas fluyan.