Sigue la fiesta a
ambos lados del atlántico, con el punto central en Aguascalientes. Están
compareciendo las figuras españolas en gran número, algo inusual, recuerdo que
en otros tiempos venían tres cuando mucho y de ahí arrancaban los carteles,
desde luego basándose en lo mejor que llegaba de allá.
Parece que la crisis está
pegando en España y la fiesta no es inmune a este menester, el cambio radica en
que ahora si hay matadores mexicanos para alternar y competir con hidalguía en el ruedo (sería
ridículo ver esto como un concurso, ya que el toro no pide carnet ni
pasaporte). Esto beneficia tanto a los de allá, porque-digo esto con cierto
despecho-vienen a prepararse para sus citas importantes europeas, amén de
llevarse su buen parné. Mientras que los de aquí, porque se acostumbran a
acartelarse con regularidad con los iberos y los que puedan cruzar el charco
para torear, al menos ya los conocen y eso ayuda a tomar mayor confianza. Desde
luego el toro es otra cosa.