Por Genaro García Rojas:
Con la emoción que irradia una justa de la semejanza de un mundial del deporte que sea, podríamos iluminar todo el mundo durante 15 años. Es tanta la alegría que desborda el poder disputar, ver, organizar o el simple hecho de solo saber de él, que podemos llegar al borde de la locura si no es que más.
Con semejantes torneos de gran calidad este 2014 y con un par de mundiales en puerta, de quizás los deportes más trascendentes hoy en día en la sociedad mundial, podemos empezar a construir almacenadores de energía para poner ahí lo que irradiaran el par de mundiales, tanto el de fútbol como el de básquetbol, con lo que iluminaremos el mundo y el resto de la galaxia.