Una situación delicada vivió el árbitro Fernando Guerrero. |
Todo aquel que ha jugado fútbol, se ha enojado con un árbitro. Por unas
o por otras, siempre va a estar mal un silbante con un equipo, siempre será
blanco de reclamos e insultos, pero no por eso deben ser tratados por menos que
la autoridad.
Por Genaro García Rojas:
Nadie dice en una cascarita, yo soy el árbitro, de ahí, que sea muy complicado encontrar alguno por vocación, y aunque los hay, se espera que aquellos que llegan al profesionalismo, al menos sean eso, profesionales.
Esta semana no ha sido catastrófica para el arbitraje mexicano, ha sido lo que le sigue. Una semana turbulenta, tormentosa y por demás errática. Por cuestiones políticas y futbolísticas, los nazarenos nacionales se han encontrado en el centro del huracán.
Se ha mencionado siempre, que se deje al arbitraje de lado, que los errores de los que imparten la ley en las canchas, son parte del juego, y aunque es cierto, no podemos negar que sus errores sacan de quicio a muchos, y es que hay de errores a ¡herrores!
Nadie dice en una cascarita, yo soy el árbitro, de ahí, que sea muy complicado encontrar alguno por vocación, y aunque los hay, se espera que aquellos que llegan al profesionalismo, al menos sean eso, profesionales.
Esta semana no ha sido catastrófica para el arbitraje mexicano, ha sido lo que le sigue. Una semana turbulenta, tormentosa y por demás errática. Por cuestiones políticas y futbolísticas, los nazarenos nacionales se han encontrado en el centro del huracán.
Se ha mencionado siempre, que se deje al arbitraje de lado, que los errores de los que imparten la ley en las canchas, son parte del juego, y aunque es cierto, no podemos negar que sus errores sacan de quicio a muchos, y es que hay de errores a ¡herrores!