Rusia 1-1 Corea del Sur: Kerzhakov arregla la noche negra de Akinfeev

Joel Márquez
Enlace permanente de imagen incrustada
Cuando se decidieron los rusos, empataron el partido. Pero el miedo fue más,
y se conformaron con un punto ante Corea del Sur, que propuso el juego.
@JoelDeAMarquez

Rusia y Corea del Sur firmaron tablas en un partido igualado de principio a fin y en el que a ambos les costó lanzarse a por el partido ante dos planteamientos extremadamente conservadores. El peso del partido lo llevó el equipo ruso pero sin alardes y sin perder nunca el orden táctico que caracterizan a los equipos de Fabio Capello.

Los rusos trataban de percutir sobre todo por las bandas pero la buena organización coreana propició que no tuvieran demasiada claridad a la hora de meterle mano a la zaga asiática, que esperaba a salir a la contra con las diagonales de sus hombres más veloces.

La operación bandas no terminaba de funcionar y Rusia echaba de menos la creatividad de Dzagoev para tratar de romper el orden marcial de equipo sur coreano, que proponía un juego bastante plano en la salida y que no tuvo complejos en retrasar el balón para entrar en un bucle de posesión sin profundidad en zonas de escaso peligro.

En torno a la media hora el partido se animó con dos disparos lejanos de cada uno de los equipos pero ni Koo ni Zhirkov supieron acertar. Dos equipos que parecían jugar con balas de fogueo. Esa mejoría del último tramo siguió vigente tras la vuelta de vestuarios en las que volvieron a repartirse las ocasiones.

Enlace permanente de imagen incrustada
Akinfeev fue el villano del partido con una terrible forma de atacar el balón,
para ser totalmente responsable del gol en contra que recibieron de los
coreanos.
Primero golpeó Rusia con un disparo de Fayzulin que sacó el portero y la respuesta coreana la puso Ki con un shoot lejano que Akinfeev, inseguro todo el choque, tuvo problemas para atajar.

Sólo fue un simulacro, ya que el ritmo monótono se mantuvo hasta que los técnicos se lanzaron a meter más mordiente en sus equipos. Keun-Ho Lee entraría por Young y Dzagoev, gran ausente de la alineación de Capello entraba por fin por Rusia para tratar de romper la falta de ideas del ataque. Pero el que resultaría resolutivo sería el coreano que con un disparo sin aparente peligro acrecentó las dudas del portero ruso para que sus manos de papel se vencieran y el balón acabara en las mallas. 1-0
Enlace permanente de imagen incrustada
Como todo el partido, el balón estuvo trabado en medio campo. Al final
fue más el miedo a perder, que las ansias de ganar.

Capello contra las cuerdas pero en aguas turbulentas, el italiano nada como pez en el agua. Sacó a su vieja guardia, Kerzhakov y Denisov, y el ex sevillista tardaría menos de cinco minutos en devolver la igualdad al marcador. Jugada por banda derecha, Corea que no despeja tras varios rebotes y el más listo de la clase la acabó empujando a las mallas del marco de Jung.

Quedaban diez minutos y el que venció entre coreanos y rusos fue el miedo a perder. El punto era y fue demasiado bueno para dos equipos que demostraron pocas credenciales pero que se podrán disputar una plaza para octavos si ganan a Argelia.