Mexicanos a la conquista de Madrid

Los Aztecas tienen en sus triunfos, la conquista de los
 corazones madrileños.
De Las Ventas a Neptuno, de la Cibeles al Vicente Calderón, de la Puerta del Sol al Bernabéu, de la Plaza Mayor a la Puerta de Alcalá, del Palacio de los Deportes al Museo del Prado, del Palacio de las Comunicaciones a la Gran Vía, y de México a Madrid, los Aztecas han buscado la conquista de los madrileños.

Por Genaro García Rojas:

Gaona comenzó la
conquista de Madrid desde
la tauromaquia. 
Hace más de 100 años que los mexicanos han ido a Madrid a triunfar, en la índole del deporte y la fiesta brava desde luego. Lejano está ya 1908 cuando Rodolfo Gaona fue a Las Ventas con sed de éxito. A 2014, recordamos a grandes figuras que también lo consiguieron a lo largo del último siglo, hasta los tiempos de Joselito Adame.

Figuras como Fermín Espinosa Armillita (nueve orejas); Lorenzo Garza (seis y un rabo); Carlos Arruza (nueve); Juan Silveti (siete); Curro Rivera (nueve) y Eloy Cavazos (seis), hasta los más recientes "Zotoluco" y Joselito Adame, han maravillado a los espectadores madrileños, conquistando su admiración y respeto, consiguiendo la consideración hacía más mexicanos en el coso de Madrid.

Hugol marcó un antes y un después en la forma
de ver a los mexicanos conquistadores. 
Por otro lado han llegado al intento de la conquista los deportistas, no en un menor tenor, pues han abierto a lo grande los escenarios madrileños para conquistarlos desde otros puntos. José Ramón Sauto comenzó la expedición futbolística en los años 40´s, vistiendo la casaca del Real Madrid, que abriría paso a la llegada de más Aztecas. 

Hugo, entre muchas cosas, ganó
cinco pichichis y una Copa UEFA con
el Real Madrid.
José Luis Borbolla continuó con la labor de Sauto a finales de los años 40´s. Llegaría un mexicano más, llegaba al Vicente Calderón en 1981, pero no sería hasta 1985 que se convertiría en el conquistador de la Casa Blanca. Una de las máximas figuras del fútbol mundial, Hugo Sánchez, ganó 5 pichichis, cinco Ligas y una Copa UEFA, entre otros, durante los siete años que conquistó la Cibeles con el equipo merengue, además de la pre-conquista en los previamente anotados 89 goles y una Copa del Rey, que hizo con el "Atleti". 

Hugol marcaría el inicio de futuras expediciones Aztecas, no sólo a España, en especifico Madrid, sino que a todo el Viejo Continente. Pero seguiría siendo la capital española, uno de los puntos claves a colonizar por los siempre bien aplaudidos mexicanos.

El 26 de Octubre abre la temporada grande de La México; ¿Sorpresas?

Abren la temporada grande 2014-2015 los diestros Enrique Ponce,
Morante de la Puebla, y el qué se retira, Guillermo Capetillo. 
La "Monumental Plaza México" inaugura éste 26 de octubre su temporada mayor 2014-2015, con el serial de más categoría en América, que amalgamará a los mejor de México, España y, muy posiblemente de otro país del orbe taurino.

Por Renné Moreno:

La atención mundial del toreo se centrará en el embudo de insurgentes, que el 5 de febrero del 2015 cumplirá 69 años de actividad. Disímbolamente la afición espera con avidez los carteles de abono-12 en total-que anunciará la empresa el día 1° de octubre, pero por otro lado hay una corriente de inconformidad de ver casi los mismos espadas y ganaderías, y quizás hasta combinaciones parecidas a la temporada anterior.

Claro que puede suceder, pero aquí lo importante es que se den toros .claro que importan los carteles, pero recordemos que ninguna corrida es igual, gracias a dios, para bien o mal. Así sean los mismos toreros y hierro.

Quizás la principal atracción sea la entronización de
 Joselito Adame como la figura no. 1 de este país
Además el torero mexicano tarda más en lograrse y madurar, que el español. Quizás la principal atracción sea la entronización de Joselito Adame como la figura no. 1 de este país, avalado por sus campaña europea en tierras iberas y gálicas, donde toreó alrededor de 30 festejos con buenos resultados en su mayoría, viene mentalizado a pasar taurinamente hablando sobre quien sea y colocarse en el sitio non de nuestra torería.