UN DOLOR DE CABEZA EL ARBITRAJE DE LA JORNADA 11.

Por Joel Márquez

Twitter: @JoelDeAMarquez

El Arbitraje está desorientado, en realidad los silbantes no saben qué hacer a la hora de marcar, porque luego pueden tener consecuencias en su actividad. Total que ya no saben cómo pitar, cómo llevar su trabajo a cabo y por ende cada uno hace de ello un papalote.

Como resultado de lo platicado el trabajo de Fabricio Morales Bojorjes, en el Chiapas Vs América que de un buen arranque, se volvio de lo peorcito.
En principio perdonó un clarísimo penal de Aquivaldo sobre Avilés Hurtado que le pone una zancadilla por detrás y que lo derriba dentro del área. Pero minutos después el propio Avilés comete falta a jugador de América en media cancha jugada que no se marca y de allí que no debía de contar. La polémica mano de Chiapas cuando su portero salió de su área jugando el balón que luego pierde y es enviado a gol desde la media cancha y al querer matarla con el pecho la termina bajando con la mano sin que nada se haya señalado, es mano era penal. Y ahí las dudas que se repiten una y otra vez hasta que el árbitro deja de marcar o marca jugadas de más, que ante el honorable público son acciones muy claras. Aquí influyo en el marcador. Hay que estar muy preparado y hacer un “alto mental” y poder sobreponerse y no caer en una cascada de errores.

Inverosímil lo sucedido en CU, en el Pumas vs Atlante. Se jugaban 9 minutos y Verón vio la primer amarilla del encuentro, por una falta en medio campo. Si sujeto al rival, era falta también, pero amonestación era absurdo, jugada que le peso a Paul Delgadillo, tiro libre, antes del cobro Verón propina un codazo en el pecho del rival, ahí debió de expulsar directamente, pero la culpa de la amonestación tempranera, hizo que la culpa le hiciera temblar la mano.

Otra pésima noche para Ricardo Arellano que el viernes por la noche dirigió el Querétaro vs Toluca con desacierto. Dejó de marcar dos claros penales de Querétaro, uno por mano deliberada clara y el otro por falta sobre Benítez, al cual le ponen una ligera zancadilla abajo sobre el pie de apoyo.

El cliente Fernando Guerrero, nuevamente dejo mucho que desear en 6 minutos mando a bañar a Pajoy, de ahí se la paso permitiendo faltas, golpes, tarjetas desmedida que se necesita para darle un descanso a un silbante que durante las últimas semanas está perdido en las canchas.

El ser árbitro se ve en el área, al decidir con personalidad las faltas que allí ocurren y en el medio campo al reprimir con severidad las acciones de faltas con fuerza desmedida o violentas. Todo lo demás que señale bien no es más que la obligación de la propia función que pasa desapercibido. Pero si fallas en las áreas, todo se viene abajo.