¡Super Deutschland!

Diría una famosa frase de Gary Lineker; “El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania.” Hoy dio cátedra de como se juega un mundial, como se hace un proceso, como se juega el fútbol. Indudablemente es una ¡Super Deutschland!

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Un equipo poderosos línea por línea. 
Por Genaro García Rojas:
Alemania demostró que sabe jugar y tratar bien la pelota, no sólo defenderla. Es una maquina perfecta de como se juega y como se entiende el deporte. Ataca cuando debe, se defiende cuando debe, lo mismo sabe presionar que controlar, y cuando nada del "sistema" funciona, su filosofía de juego los saca abantos con goles inéditos o atajadas de monumento. 

Entienden mejor que nadie el juego, hacen un gol y buscan el qué sigue bajo la única regla que rige la mente teutona, ganar. Respetan mejor que nadie el fútbol clásico de entendimiento de posiciones, además de que le ponen un pizca del juego moderno; todos atacan y todos defienden. La ofensiva empieza desde su portero y reculan desde su centro delantero, lo más inexplicable y perfecto de todo, es que lo hacen con orden e idea, no sólo por instinto.

Es una humillación de antología, un 7 a 1 que resulta ser una aplastante manera de dejar fuera al anfitrión, pero ellos no lo ven así, les da igual ganar por 1 que por 10, por eso defienden la ventaja y siempre buscan ampliarla. De la mismo forma como nunca los dan por muertos, tratan de matar a sus rivales cuanto antes. Ya piensan en la final, contra el que sea.
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Con categoría y caballerosidad festejaron sus tantos.
El partido fue tan efímero, como real, tan bien jugado por los germanos a la ofensiva como a la defensiva. Igual vale el gol histórico de Klose que lo hace el máximo goleador de la historia de mundiales, como uno de Müller que lo haga líder de goleo, como una parada de Neuer que mantenga la meta en cero.
El sentimiento y el patriotismo fue el argumento máximo de Brasil. Pisotearon su historia sin un concepto más pobre, que el de ganar como se dé. Que equivocados estuvieron. Patearon, escupieron y se tiraron, lejos estando del toque fantástico, alegría del juego y velocidad pensante. No fue la salida de Brasil, fue el cómo. 

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Müller, Schürrle y Özil encabezan la nueva generación
teutona. 
Al equipo de Löw no le duele nada, al menos eso parece, pues no se ve ni de cerca, lo contrario, se admira a leguas. Su portero es el mejor del orbe, su defensa es casi imbatible. Lahm manda y ordena a todas las lineas. Schweinsteiger y Kroos entienden perfecto las formas. Khedira es un todo terreno como Özil y Müller, además goleador. Klose un histórico. El que entra lo hace bien, porque saben a que juegan. ¡Ganar!   

Lujo no fue dejar a Ronaldinho y Kaká fuera, no fue el no tener a Neymar o Thiago en el partido, poco hubieran hecho, porque son individualidades, que quizás hubieran llegado a lo mismo, más decoroso o quizás con dramatismo, hubieran sido diferentes maneras, pero al fin y al cabo lo mismo. Lujo, lujo fue dejar fuera tipos de perfecto entendimiento del juego en conjunto como Gomez, Schmelzer, Gündogan y demás.  

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Brasil se va humillado del Mundial en su casa. Cabeza abajo, señal de
impotencia e incertidumbre. 
Un hecho impensable, pero cierto. Y por nada fuera de lo común, lo volvieron a hacer los alemanes. ¿Trataba Brasil de olvidar el Maracanazo? Pues hay tienen para recordar un 7-1 inverosímil. No por maniatar su historia, no poder haber volado antes de gatear, no por nada de eso, sino por haber traicionado lo único que los había hecho más grandes que el resto, ser originales. Se volvieron comunes. Y un equipo que no lo es, les pasó por encima. 

Alemania gana y lo hace de la única forma en que sabe hacerlo, aplastando al rival, no permitiéndose errores y trabajando para lograrlo. No es coincidencia el resultado, cuando Löw es junto a Del Bosque, el único técnico con un proceso de más de 6 años. No es coincidencia el resultado, cuando la Bundesliga, comandada por el Bayern y el Dortmund, siempre está en los mejores puestos europeos. 

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Miroslav Klose inscribió su nombre en letras de oro
por encima del resto de los goleadores de Copas del
Mundo. ¡16 veces rompió las redes! 
La caída de España fue sufrida, fue llorada por el entorno futbolístico. Pero al final de cuentas, cayeron tras llegar a su objetivo, cayeron orgullosos. La caída de Brasil fue realista, fue humillante, porque no tenían más que su historia como defensa, y al final, sólo fue un golpe a la realidad de un pueblo, que despertó de forma indeseable, de un sueño efímero, sin bases terrenalmente aceptables. 

Holanda y Argentina pensarán, claro después de la semifinal, ¿cómo le harán para ganar contra Alemania? No tiene mucha ciencia, jugar su mejor fútbol y listo, pues los alemanes juegan partido a partido, por ello la final, es juego de otro torneo. Aunque claro, los germanos hacen casi lo imposible en los terrenos de juego. 

La Mannschaft, hoy sobre de todo lo bueno de su sistema, de su juego, de su mentalidad, demostraron algo que nadie tiene, un súper equipo, trabajado, no soñado, reflejo de ser un súper país trabajado y no manoseado. No juegan con el destino, no juegan con el azar, juegan a ganar porque su gente los empuja a ser una ¡Super Deutschland!   

Ficha:
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Marco Rodríguez ha tenido una gran actuación en su tercer
Copa del Mundo. 
Brasil: Thomas Müller (11') Miroslav Klose (23') Toni Kroos (24') Toni Kroos (26') Sami Khedira (29') André Schürrle (69') André Schürrle (79')
Alemania: Oscar (90')

PD: ¡EXTRAORDINARIO! trabajo de Marco Rodríguez. Simplemente el mejor árbitro del mundial, orgullosamente mexicano. Ese es el árbitro que se trabaja en México, no el que se tira a la hamaca. Así, pita la final tranquilo. Control de las emociones, cero presión, manejo del partido a pesar de la locura que se vivió en el campo. ¡Fenomenal Chiquimarco!