Por Genaro García Rojas:
Arrancó el año para la Fórmula 1 con el
GP de Australia, que fue conquistado por el alemán Nico Rosberg a bordo de su Mercedes, en una extraordinaria carrera, donde los problemas típicos de arranque de campaña aparecieron. Ansiedad, problemas en los motores y muchas más cosas dignas de la primer carrera del año.
Rosberg conquistó la carrera del ante y el después con los nuevos lineamientos en el reglamento de la F1, todo ello conforme al ahorro de gasolina, con tanques que ahora deben aceptar menos litros, para recurrir a mejores estrategias, según en el papel se supone.
Con una solida victoria, Nico finalizó la carrera en el primer puesto con 1 hora 33 minutos 58 segundos y 710 milésimas que tardó en recorrer los 307,574 kilómetros de este Gran Premio en Melbourne, liderándolo de principió a fin.
Al terminó de la carrera, la historia marcaba una carrera determinada por los abandonos del campeón del mundo Sebastian Vettel (Red Bull) y el ganador de la pole Lewis Hamilton (Mercedes) por problemas en sus motores. Además del problema que fue el restar una de las 58 vueltas por un problema en la salida de un Toro Rosso, que obligó a repetir el arranque.
El podio sería completado por los McLaren Kevin Magnussen y Jenson Button, que hicieron una gran carrera. Mientras que gracias a la retirada de Ricciardo, por superar el flujo de combustible máximo, el asturiano
Fernando Alonso (Ferrari) terminó cuarto.
Por su parte los mexicanos Sergio “Checo” Pérez
y Esteban Gutiérrez finalizaron décimo y doceavo respectivamente. La zona de puntos la completaron Valtteri Bottas (Williams), el alemán Nico Hülkenberg (Force India), el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), el francés Jean-Eric Vergne (Toro Rosso), el ruso Daniil Kvyat (Toro Rosso) y el mismo Pérez.
