Cortesía
La valía, la entrega y el corazón torero fue la característica de Arturo Macías, la oreja vino después de una faena aguerrida, llena de pundonor a un toro que ofrecía pocas posibilidades para el triunfo. Macías con el coraje de ir en pos de la victoria, recibió la segundo de su lote con dos largas afaroladas de rodillas a la vera de las tablas, luego de la puya vinieron las tafalleras lucidas y de muleta se dio a torear por derecha, metiéndose entre los pitones del burle, puesto que si no había materia prima si había mucha garra torera. Macías obligó al de Fernando de la Mora a pasar por su tela roja hasta lograr tandas en redondo, bien acompasadas, su gente lo coreó fuerte, las manoletinas para finalizar y la gran estocada en lo alto para pasear la oreja.
Su primera faena fue sólida, importante, variada y tersa, misma que comenzó con lances a pies juntos, la alegre embestida del de Fernando de Mora permitió a Macías hacer un quitazo por gaoneras con las zapatillas ancladas en la arena, de escalofrió fueron los cambiados por la espalda, con naturalidad y valor arrancando los fuertes olés, luego las tandas por derecha de lentitud, cuidando mucho al burel que doblaba los remos delanteros, por izquierda también lo intentó sin que fuera el mejor lado, prosiguió por la diestra y así consiguió más tandas sentidas y de distancias mínimas, exponiendo el físico, finalizó con manoletinas y el desplante pero las espadas esta vez no estuvieron finas. La afición le reconoció el esfuerzo con sonoras palmas.
FICHA DEL FESTEJO:
Casi tres cuartos de aforo en la Monumental de Aguascalientes, décimo segunda de la Feria Nacional de San Marcos, se lidiaron astados de Fernando de la Mora, bien presentados de juego variado.
Francisco Rivera Ordoñez: Al tercio, indultó a su segundo.
Arturo Macías: Palmas y oreja
Mario Aguilar: Palmas y ovación.