Diez años de logros, de metas cumplidas, de retos venideros. Arturo Macías celebra su primera década como matador de toros, misma que tomara un día como hoy pero del año 2005 en la Monumental de Aguascalientes, de manos de José Luis Angelino y como testigos Pedro Gutiérrez Lorenzo e Israel Téllez con toros de Xajay.
De 2005 a la fecha, para Macías ha vivido triunfos, glorias, tardes jubilosas, luces también sombras, cornadas y sin sabores; de todo en la profesión que ama; las inolvidables ocho puertas grandes en la México, las temporadas enteras siendo el máximo líder del escalafón taurino mexicano, pisando prácticamente todas las plazas del país, aunado a las experiencias enriquecedoras en el extranjer
o durante toda su careara en países como España, Francia, Colombia, Perú y Portugal las cuales le han hecho crecer y madurar espiritual, personal y taurinamente.
Macías expresa su sentir al llegar a tan importante fecha:
“En estos diez años de alternativa he podido verle todos los tipos de caras al toreo, lo que puedo decir es que estos diez años se resumen en un agradecimiento a la vida, al destino, a Dios por permitirme hacer lo que más me gusta, que es torear, estar delante de un toro, prepararme al cien por ciento y dar lo mejor de mi, y es por lo que estoy más agradecido”.
“Hago lo que más me gusta en la vida que es torear, me siento muy fuerte, muy preparado, en el mejor momento de mi carrera para poder seguir teniendo muchos años más a gran nivel”.
El torero nacido en Aguascalientes festejará sus diez años como profesional de la fiesta haciendo lo que más le llena el alma, toreando precisamente en la plaza de su alternativa, la Monumental de Aguascalientes, en su segundo compromiso dentro de la Feria Nacional de San Marcos 2015, este sábado 9 de mayo. Además durante este año planea una serie de eventos conmemorativos por su diez temporadas como matador de toros, las cuales se darán a conocer posteriormente.
Es así como Macías llega a una década de sueños cumplidos, con cerca de 400 festejos toreados, una cifra que seguirá aumentando. Lo que perdura intacto como el primer día de su doctorado, es su ferviente deseo de triunfo.