Análisis arbitral jornada 9 del Clausura 2014.

Por Joel Márquez
@JoelDeAMarquez
A veces uno comete el error de echar palomas al vuelo, y vaya que el arbitraje se vio en una de las peores jornadas. Nuevamente quien se lleva las palmas es Roberto García Orozco en el Toluca vs Cruz Azul en la jornada 9 del Clausura 2014.
Nuevamente cada arbitro con diversas marcaciones en jugadas similares, cada uno hizo del reglamento  lo que se le antojo
, quisiera no pensar mal, pero veo que nuevamente los hombres del silbato son instruidos, faltas al filo del reglamento, un Sambueza que debió ser expulsado por la artera plancha por detrás,  estilo lucha libre. Un Gandolfi, los codazos de Reyna. Hubo una plancha terrible de Edigio Arévalo en la que el silbante dio ley de la ventaja, la FIFA dice que en esa altura del campo no hay ventaja, se para el juego y se sanciona con la tarjeta correspondiente que en este caso era roja.
Cesar Ramos borrado del mapa, el buen trabajo del año pasado lo convirtió en Arbitro Internacional (FIFA),  sin duda le ordenaron que tenía que dejar de ser tan estricto al aplicar el reglamento. Hoy un rutinario árbitro del montón. Y a lo mencionábamos perdono a Rubens de la expulsión, Severo Meza comete penal  y tampoco lo sanciona, muy bondadoso permitió muchos puntapiés,  sin sancionar adecuadamente con las tarjetas para evitar que creciera el partido en cuanto a violencia.
Volvió a las andadas Fernando Guerrero en el Veracruz vs Xolos. Lo mencione las semanas anteriores, parecía haber tomado el rumbo, se creyó que había dejado de ser tan blandito. Y que creen, fue una llamarada de petate  el sábado volvió a lo mismo o peor aún,  creí que era “El tirantes” quien cuidaba las acción, permitió todo, golpes, codazos, insultos como los de Gandolfi, que le hace una entrada con fuerza excesiva a Llamas que era de tarjeta roja, lo hizo con la intención clara de intimidar de bajar al adversario e inclusive de lastimar, como lo hace siempre; pero ni siquiera tarjeta amarilla vio. Para luego darle sus golpes a Reyna que terminó tirándole dos sendos codazos en dos acciones diferentes una en el primer tiempo y la más obvia en el segundo
Desgraciadamente a los nazarenos, los tienen bien medidos, ya sabemos sacar algún cartón rojo, inmediatamente a ellos les toca una o varias fechas sin salir. Nadie se opone, todos siguen arbitrando, los jugadores lo saben y entonces se mofan, haciéndolos ver ridículos en el campo sin ley, sin la dignidad suficiente para hacer respetar las reglas.
Esta semana, los dirigentes  ganan, el fútbol pierde, la afición pierde, todos perdemos. Ojala las autoridades se fajen y vean por el deporte y no por sus intereses.