"Camonin" corta oreja en festival taurino

"Camonin" le cortó un apéndice a su novillo. 
Se llevó a cabo un festival taurino, donde actuaron los jóvenes novilleros Omar Rodríguez, el "Camonin", Rodrigo Guevara y Ramón Fernández, además de la presentación del rejoneador Roberto Silva, con la presencia de los forcados potosinos, lidiando novillos de Santa Cruz Coahuila.

Por Genaro García Rojas: 

San Luis Potosí, S.L.P. - Los 4 astados de a pie, bien presentados, parejos en hechuras, sobresaliendo el cuarto que fue muy noble, con recorrido y sobrado de fuerza. El eral de rejones fue bravo, pero tenía roto el pitón derecho.

Actuaron entonces los jóvenes novilleros en el lienzo charro "El Refugio", abriendo el festejo Ramón Fernández, ante un astado noble, que fue mejor por el pitón derecho. Al capote bien lidiado a la verónica. En las banderillas, invitó a banderillar a sus alternantes. Con la tela, dos tandas bien ligadas por el derecho, y un gran natural. Algunos problemas para pasaportar al bicho. Aplausos.  

Fernández lo toreó ceñido al natural. 
                               
Rodríguez estuvo voluntarioso en su faena. 
El segundo en el orden de lidia fue Omar Rodríguez. Con el capote "chicuelinas" apretadas y toreras, para pasar a los garapullos, sobresaliendo un par al violín. A con la roja, Rodríguez adelantó la suerte en las primeras tandas y se llevó un levantón. Comenzó a entenderlo mejor y toreó ceñido por la derecha. Terminó la faena con "manoletinas". Pasaportó a su enemigo. Petición de oreja negada. 

"Camonin" se enfrentó a un burel noble, como sus hermanos. Por "tafallleras" en el capote. Con la muleta, una faena estructurada, ante el de Santa Cruz Coahuila que embestía mejor por  el pitón derecho. Ligó las tandas en redondo y finalizó su faena muleteril con "manoletinas". A con el acero acertó; petición de oreja concedida.

Guevara vericoneó a su enemigo con sabor. 
Cerró la lidia de a pie Rodrigo Guevara, ante el mejor novillo del festival; un astado noble, sobrado de fuerza, que embestía humillado y tenía recorrido. Guevara lo vericoneó con el capote y con la muleta se degustó, aunque tardó en darle una lidia limpia; le tocaban la muleta. Cuando lo logró, su faena se fue a buen rumbo, levantó los olés con tandas por ambos pitones bien lidiadas y ligadas. Al natural buenos pases del potosino aprovechando ambos lados del burel. Tandas de uno en uno, ante el cornúpeta que no se apagaba. Mal obró su faena con el acero. División de opiniones.  

El cierra festejo, correspondió al rejoneador, que se presentaba en San Luis, Roberto Silva. Comenzó su lidia mostrando la grupa y toreando con sabor. Falló al colocar el único rejón de castigo que intentó poner. Cambió de caballo y le dio oportunidad a los también jóvenes, forcados, que pegaron en tres ocasiones rotándose entre ellos los lugares para tomar tablas. Al cambio de caballo pareció haber una desconcentración, el eral le tocaba mucho al cuadrúpedo y le costó mucho colocar las banderillas; las que puso fueron mal colocadas. Le puso una banderilla corta con buena labor, pero batalló enormidades con el rejón de muerte. 

Jóvenes en busca de un sueño, que se presentaron en San Luis, con inexperiencia pero valor, consiguiendo hacerse de tablas para evolucionar su toreo. Por momentos salió la figura que llevan dentro, pero por otros les pesó la falta de sitio.