La corrida de hoy en Madrid prevaleció la hombría y nobleza

Oreja ganada a pulso por el matador Abellán y su valentía.
La corrida de hoy en Madrid (22da. Isidril), echó por tierra, todas las banalidades que existen en la fiesta y las perogrulladas e idioteces de los antis.

Prevaleció la hombría, nobleza, cooperación, reconocimiento y valentía, aparte de la solidaridad, entre otras cualidades, tanto de los actuantes, como el público. No fue la tarde más rematada en toreros y ganado, pero me atrevo a decir que fue la más emotiva hasta hoy. 

Por Renné Moreno Vélez:

Saltó a la arena un encierro de "El Montecillo", divisa verde y blanca. Desiguales en tipo y en comportamiento, destacando el 1o. noble y con movilidad, el 2o y 4o-lote de Ureña -humillado y con clase, el 3o. desarrolló mucho sentido y peligro, 5o.con recorrido y transmisión y 6o. deslucido y soso, aunque si se le obligaba atendía los engaños.




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Recibiendo al toro a porta gayola el matador Abellán
Miguel Abellán (blanco y plata) abrió hostilidades con "Carpetón" un sardo, entipado en "el ventorrillo". Lo recibió en los medios y lanceó muy bien rodilla en tierra, cargando la suerte, de lo mejor de la feria. Le toreó después por chicuelinas muy verticales. Con la pañosa comienza pegado a tablas, con viento molesto, que duró toda la tarde. Lo cita de largo y le adelanta la suerte, movimiento suficiente para que el toro le dé un arropón muy fuerte que casi lo conmociona, pisotón incluido. 

Abellán esta recién convalecido de una operación renal y ahí lo lastimó el astado. Cambió de lidia y se violentó, también le pegó un derrote, con su consecuente puntazo en la axila izquierda, menguado, pero no derrotado, Miguel terminó la lidia. La oreja se le fue por marrar con la toledana. Saludó desde los medios.

5o. (se corrió el turno de Ureña por estar Abellán en la enfermería) "Rapiya" con 605 ks. en báscula, maltrecho y cariacontecido, el madrileño salió dispuesto a ganar, a este animal alto y basto, aparte con mucha cara, lo toreó estupendamente a la verónica con ceñimiento y mando. Ahormaron bien al cornúpeta y llegó a la muleta más suave y obediente, al final miraba ya al matador, el madrileño le dio distancia y le tapó la cara, cuajó por ambos lados, gran estocada, tarda en doblar, pero hay petición concedida con mucha fuerza, igual que la vuelta que dio. La parroquia entregada.
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              Ureña pasándola mal con el astado de "El Montecillo".


Paco Ureña (caña y oro)"balancín", retinto y astifino, le tocó para abrir su actuación, el bovino tenía largueza en la embestida, aunque algo brusca y rápida. Bien con el percal, después le acortó Paco las embestidas por no reponer terreno y por tocarlo con brusquedad, pero firme y sin achicarse. Detalles cuando le bajó la mano. Palmas.  

Al 4o. de la función -ya explique por qué-"triunfalista" lo sujeta al veroniquearlo ligando. Ya con más sitio le receta dos tandas templadas y con valía. Sigue toreando, pero una lidia académica, sin calado en las alturas. Lo empala el toro y le pega una cornada de 25 cm que llega hasta el nervio ciático en la el tercio superior de la cara posterior del muslo izquierdo. Cojeando termina su labor. Y entre una gran ovación se retira a la enfermería, hago un paréntesis para hacer la observación de que mientras Ureña se postraba en la camilla, Abellán cerúleo y dolorido alentaba al compañero herido, cuando él se iría a jugar la vida nuevamente, solidaridad y compañerismo o llámenle como gusten: es la hidalguía del toreo.


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Joselito Adame en su tercera aparición de la Feria de San Isidro 2014
Joselito Adame (granate y azabache y chaleco en oro con cabos negros). No es justificación, ni paisanaje acendrado, pero le ha tocado el peor toro de toda la feria. Un "pregonao" como dijeran los antiguos. "Farruco" distraído de salida, bronco al capote y nunca entregado, desarrolló mucho sentido, andarín, sin fijeza y midiendo a Joselito, le quiso correr la mano, pero imposible. El burel se colaba y le dio un susto a su peón, inteligentemente lo lidia de pitón a pitón, tirando del mismo. Pitos al toro e injustamente algunos a José. 

Con el último de esta accidentada corrida, Adame arreó y bregó a "mensajero", llegó rebrincón al caballo y comenzó la acción muleteril con estatuarios, rematados por bajo, pulso y redaños de José. El toro pegaba embestidas descompuestas y aguanto el hidrocálido, en medio de mucho viento que causo molestia e incomodidad al matador. Se frenó tres veces el astado y Adame aguantó, la gente pasó miedo. Mato de una media y se retiró entre ovaciones.

Vaya tarde, pero nunca anodina.

Saludos desde el tercio.

Renné Moreno Vélez.