Shadow.


Por Genaro García Rojas:

Comentarios como “no te aguanta ni tu reflejo” o “no eres ni la sombra de lo que solías ser”,  podríamos interpretarlos como un estandarte aplicable en el deporte, para los atletas irregulares. Así como ellos, los regulares tienen las suyas; “él nunca falta”, “es como un tatuaje en el equipo, imborrable”. Pero… ¿Para los de en medio qué? ¿Dónde dejamos a los que no son irregulares y sí sostenes de los grandes?

Pues aquí le hemos encontrado un espacio, y es que con la problemática que significa ser un deportista elemental en un equipo trascendental, te convierte en alguien que no puede fallar, pero como el significado de equipo dice, es un trabajo de varios, de los cuales te tienes que apoyar para sobresalir. Nos hemos dado a la tarea de nombrar algunos de los pilares del deporte, que hicieron grandes a unos, en silencio, con constancia y sin lucimiento alguno, completamente, en las sombras.


Un jugador que eternamente vivió a la sombra de otro, que jamás fue reconocido a la par de la “figura”, fue Jorge Burruchaga. Dos veces finalista de Copa del Mundo, campeón y subcampeón de la misma, así como campeón de una liga argentina, una Libertadores y una Intercontinental, Burruchaga tuvo que acostumbrarse a vivir detrás de Diego. Para darse cuenta de que cerca siempre estaba Jorge de ser la figura, pero al mismo tiempo siempre al margen de Maradona, solo hay que escuchar la narración histórica de Víctor Morales, en el famoso gol del siglo. Fundamental para su Selección, participe directo en la obtención de la Copa del Mundo, lo hacen indiscutiblemente un jugador de época, figura del futbol, pero un tipo entre las sombras.

Para dar ejemplos de este tópico, no hay que ir tan lejos, en nuestro futbol existió otro jugador de las sombras; Rodrigo “Pony” Ruíz. Privilegiado del futbol, dotado técnicamente, con una visión de campo tremenda, pero… siempre detrás de un dorsal santista, un tal #58.  Campeón de liga con el Santos Laguna, nombrado Guerrero de Honor, eterno del futbol mexicano, simplemente no se puede imaginar uno a Jared Borgetti sin el “Pony”. Cuando uno voltea a ver la cantidad de goles que hizo Borgetti, convertido en goleador histórico del balompié nacional, no se puede pensar que menos de la mitad de asistencias que tuvo, no hayan sido de Rodrigo. Sencillamente una dupla que trascendió en nuestro futbol y que hoy forman parte de la anales de la Liga Azteca, donde el chileno se coloca como el tercer jugador con más partidos disputados, siendo un histórico talentoso que trascendió en las sombras.

El deporte ráfaga también cuenta con varios exponentes, uno de ellos es el fantástica escolta del Heat de Miami, sus grandes condiciones lo han puesto como uno de los mejores de toda la NBA. Dwayne Wade, quien ha ayudado a obtener los tres títulos que tiene la franquicia en su palmarés, es elogiado por muchos y catalogado por otros cada año a pertenecer a la quinteta del año, pero parece ser que su carrera al final, se encuentra a la sombra de un jugador, uno de condiciones excepcionales, uno que porta el dorsal #6 y que parece nunca cederá la luz que lo ilumina; LeBron James.

La NHL contó en sus anales una de las más recientes historias de los deportistas que parece jamás verán crédito en sus carreras, esos que siempre viven en las sombras, con actuaciones asombrosas, pero unos reflectores abarcados por otros, el caso de los porteros.  Corey Crawford, otro deportista de las sombras, que gracias a lo que atajó, se hizo locura. Las pasadas finales, ¡Atajaba lo que fuese, y como fuese! Sin este lucidísimo meta estoy seguro que Chicago no queda campeón de la Stanley Cup. Tan cierta puede ser mi afirmación, que fue condecorado con el William M. Jennings Troph, trofeo otorgado al portero menos anotado en al menos 25 partidos de la campaña regular. Tanto y tan increíble fue lo que atajó, que se convirtió en la figura, pero como el encabezado lo dice, a la sombra de alguien. Figura, pero solo por detrás de Patrick Kane de los Blackhawks. Ayudando a la obtención de la copa Stanley, la quinta vez que lo obtenía la franquicia, Crawford es otro de los excelentes exponentes para capitalizar nuestro texto del día de hoy. 

Como si ser sombra de alguien de tu mismo equipo fuera agradable, hay quienes aún la pasan peor, pues son esos eternos segundos lugares, las eternas sombras de los primeros puestos, esos que están en el segundo peldaño siempre, esos que también son parte de “Shadow”, que con honores aqueja de igual manera al deporte individual.
El más claro ejemplo del ataque del “secundarismo” en el deporte individual es el golfista estadounidense Phil Mickelson, eterna escolta de Tiger Woods. Uno de los mejores jugadores en la historia del golf. Con 51 victorias profesionales, 42 de ellas en el PGA Tour, con 5 mayors en su palmarés, tres Masters de Augusta (2004, 2006 y 2010), un PGA Championship (2005) y un Abierto Británico (2013), es sin lugar a dudas, ¡el mejor número dos del mundo!  En el US Open, ha conseguido seis segundos puestos, sin lograr vencer jamás, en todas, ¡siendo el líder en la ronda final! A pesar de sus fantásticos campeonatos, Mickelson nunca, jamás, never, ha estado en el primer puesto en la lista de ganancias del PGA Tour, siendo segundo en 1996, 2000, 2001, 2002 y 2007. 
Por si todo esto fuera poco, tampoco ha podido ser el  número 1 del mundo, estando 270 semanas como número 2. Les dije que era el ejemplo más claro… ¿Aún no les basta? Pues chéquense nada más, con ganancias de 40 millones de dólares, fue el segundo deportista mejor pagado de 2010, por detrás de, ¿quién creen ustedes? Del “Tigre”. Caramba. En 2012 le premiaron ser el eterno escolta del golf mundial, ingresándolo al Salón de la Fama del Golf, sin duda un merecido otorgamiento, por ser el mejor deportista de las sombras.  
No nos podíamos despedir si nombrar al eterno subcampeón del futbol mexicano, sin mencionar el factor burla, el Cruz Azul se ha hecho de una fama entre los aficionados al futbol azteca por sus 10 subcampeonatos, los últimos 4 en menos de 6 años, siendo el último de ellos una hazaña para lograr ser segundo lugar. La máquina celeste, es con sus 8 títulos de liga, uno de los grandes del balompié nacional, pero su grande historia no le ha podido echar la mano para levantar un campeonato liguero en los últimos 17 años, metiendo a la cementara entre los equipos que desfilan en la memoria de las sombras. 
Cada uno de los ejemplos, es por mencionar algunos de los grandes números 2, aquellos que viven a la sombra de la grandeza de otros, mostrando carácter para estar firmes ahí, sin mirar abajo, siempre hacía arriba buscando el peldaño número 1. Sí, haciendo fuertes a otros, o poniendo su grano de arena para levantar títulos sin ser reconocidos por su sudor como a otros, pero constantes, con valor, audacia y mucha paciencia, esperanza y pocos reflectores, para ser deportistas silenciosos, deportistas sigilosos, deportistas discretos, deportistas…de las sombras.