
Cuando no hay nada que discutir simplemente se termina por aceptar la realidad, hoy esa misma realidad se consumó con la victoria del Barcelona por 4-3 en el Santiago Bernabeú ante el Real Madrid, la nota no la hizo el cuadro “Culé” si no el árbitro Alberto Undiano Mallenco que tuvo un trabajo polémico y Lionel Messi que simplemente ratificó su calidad mundial tras anotar tres goles y así someter a los “merengues”.

Con el marcador adverso, el “comandante” y sus amigos se fueron hacia el frente, era el minuto 20´ cuando Karim Benzemá apareció con un buen golpe de cabeza con colaboración de la mal atajada de Víctor Valdés, el empate hizo ebullición al estadio, pero 4 minutos más tarde el orgullo “merengue” estaría en efervescencia con otra buena definición del “gato” Benzema en las mismísimas barbas de Valdés, 2-1 en 4 minutos era la locura.

Messi empezó a dar cátedra de fútbol y de penales.
El empate llegaría sobre el final del primer tiempo, al minuto 42´ tras un rebote en el área madridista donde Neymar no supo controlar el balón que rebotó y salió directo hacia la “pulga” que con un izquierdazo despertó a la afición “blaugrana”, así los cartones ya estaban 2-2, Messi ya escribía historia tras anotar su gol 254 y así empatar a Hugo Sánchez en el podio de los máximos anotadores de España.

Pero, 10 minutos más tarde una falta inexistente en el área de Ramos a Neymar provocaron que el juez fuera tajante y expulsara a Ramos con penal incluido a favor del Barcelona, todo el Real Madrid buscó al árbitro pero la historia ya se consumaba, Lio apareció y con un soberbio tiro empató el marcador a 3 goles.
